Desde las exóticas calles de El Callao, Venezuela, hasta las sofisticadas pasarelas de Shanghái, Valentina Marcano ha recorrido un camino lleno de desafíos y triunfos. Esta joven modelo venezolana ha logrado abrirse paso en la competitiva industria de la moda asiática, convirtiéndose en el rostro de importantes marcas internacionales. En esta entrevista exclusiva, Valentina nos revela los secretos de su éxito, los desafíos culturales que ha enfrentado y sus planes para el futuro. El inicio de una aventura inesperada:
“Todo comenzó casi por casualidad”, comenta Valentina, mientras acomoda su cabello perfectamente estilizado. “Una agencia de modelaje en Venezuela, con la que había trabajado en varias ocasiones, recibió una oferta para que yo viajara a China. Al principio, no lo tomé en serio; me parecía un mundo tan lejano, tanto en distancia como en cultura. Sin embargo, después de pensarlo mucho, decidí que era una oportunidad que no podía dejar pasar”.
Valentina describe su llegada a China como un choque cultural. “El idioma, la comida, la manera de trabajar... Todo era diferente a lo que estaba acostumbrada. Los primeros meses fueron duros, pero poco a poco fui adaptándome. Ahora, me siento como en casa”.
Adaptarse a un nuevo ritmo:
Trabajar en la industria de la moda en China no es tarea fácil, y Valentina lo sabe bien. “Aquí, el ritmo de trabajo es frenético. Las sesiones de fotos pueden durar todo el día, y se espera que estés siempre lista, sin importar la hora o el lugar. He tenido que aprender a ser más disciplinada y a manejar mejor mi tiempo”, explica.
Valentina también ha tenido que adaptarse a la meticulosidad que caracteriza a los profesionales chinos. “En América Latina, somos más relajados y espontáneos en nuestro trabajo. Aquí, cada detalle cuenta, y nada se deja al azar. Al principio, fue un poco abrumador, pero ahora entiendo que esa precisión es lo que hace que el trabajo final sea tan impecable”.
Colaboraciones con grandes marcas:
Uno de los puntos más destacados en la carrera de Valentina ha sido su trabajo con marcas de renombre internacional como SHEIN. “Trabajar con una marca tan grande ha sido una experiencia increíble. He aprendido mucho sobre la importancia de la imagen y cómo cada foto que se publica en las redes sociales es parte de una estrategia más amplia. Es fascinante ver todo el trabajo que hay detrás de una simple imagen”, comenta.
Valentina también nos habla de su colaboración con diseñadores locales en China. “He tenido la oportunidad de trabajar con algunos de los diseñadores emergentes más talentosos de Asia. Es increíble ver cómo la moda está evolucionando aquí, combinando elementos tradicionales con tendencias modernas”.
Los desafíos de vivir en el extranjero:
Aunque Valentina ha encontrado su lugar en China, admite que no ha sido fácil estar lejos de casa. “Lo que más extraño es la comida y la calidez de la gente. Los venezolanos somos muy cariñosos y expresivos, y aquí la gente es más reservada. Sin embargo, he hecho buenos amigos y he aprendido a apreciar las diferencias culturales”.
También nos confiesa que uno de los mayores desafíos ha sido el idioma. “Todavía estoy aprendiendo mandarín, y aunque ya puedo comunicarme en lo básico, hay momentos en los que me siento un poco perdida. Pero lo veo como parte del proceso de adaptación”.
Mirando hacia el futuro:
A pesar de haber alcanzado el éxito en China, Valentina no planea detenerse aquí. “Me encantaría seguir explorando nuevas oportunidades en Asia y quizás algún día regresar a América Latina para compartir lo que he aprendido. Tengo muchos proyectos en mente, y estoy segura de que lo mejor está por venir”, concluye con una sonrisa.
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